lunes, 13 de agosto de 2012

La pipeta: una cuchara moderna

Saludos roedores!! 

Hoy, os voy a presentar a uno de mis chismes preferidos en un laboratorio LA PIPETA. La pipeta es, al laboratorio, lo que la cuchara a la cocina, ¡¡ in-dis-pen-sa-ble !! y absolutamente sagrada para los grandes maestros -“no me toques las pipeetas, no me las toques….¿ quién las ha cambiado de sitio?!!!”.

Bueno, y después de tanto rollo, os preguntareis, pero¿ me vas a decir que son?, ¿para qué sirven?, y lo mas importante, ¿saben a queso :D ?? bueeeno, bueno, ya no os alargo mas la duda, aquí va la entrada de hoy.



La pipeta, como ya he dicho antes, podría asemejarse con una cuchara en una cocina, es decir, nos sirve para medir que cantidad de ingrediente (líquido) necesitamos añadir a lo que estemos preparando (en la cocina puede ser un cocido, en el laboratorio puede ser un delicioso medio de cultivo para nuestras bacterias).


De igual manera que existen mil y un tipos de cucharas (la de palo con la que tu madre te amenaza, la de café, la de servir la sopa, la cuchara sopera en sí…), también existen distintos tipos de pipetas, con distinta capacidad y precisión (y complejidad de uso y costo OJO!).


En primer lugar, tenemos la pipeta clásica, la cuchara de palo de nuestra particular cocina. Esta pipeta no es más que una especie de pajita de cristal, cuyo extremo inferior se ha estrechado para que el orificio sea pequeñito. En el cristal, están escritas las distintas capacidades que podemos medir con esta peculiar pajita (por ejemplo, 3ml, 10 ml…). Pero OJO, por muy apetitoso que parezca nuestro liquidillo a pipetear, ¡NUNCA!, pero nunca, ¡nunca se pipetea absorbiendo el líquido cual pajita fuere la pipeta!, en lugar de la boca, existen unos chismes que succionan el material de una manera estupendísima. 


 

Los hay de muy diversas formas, desde los de en forma de jeringa de cristal, de plástico con ruedecita (el azul), en forma de globo (rojo), hasta los eléctricos (mis favoritos jijiji) con los que succionar y soltar el material se controla con dos (magníficos) botones. 




Estas pipetas, como nuestra querida cuchara de palo, se usan cuando las cantidades con las que trabajamos son medianamente grandes. Cuando queremos manejar cantidades mucho más pequeñas (como cuando decimos –“una pizca de sal”-, tenemos un segundo tipo de pipetas, las llamadas micropipetas.


Las micropipetas, como las anteriores, sirven para tomar una determinada cantidad de material líquido, pero cuya cantidad es más pequeña (10 μl, 200 μl, 1ml …). Estas pipetas son, para entendernos, la fusión de un bolígrafo y una jeringa sin aguja (sí, de esas con las que nuestra madre nos daba el jarabe).


En este caso, la cavidad donde se aloja el material a pipetear es desechable, así, es todo mucho más rápido (e higiénico) a la hora de pipetear distintos potingues seguidos, imaginad, ¡no sería nada cómodo si tuviésemos que utilizar 15 pipetas distintas, para 15 potingues distintos, necesitando para todos, cantidades muy similares! De ahí el gran invento de que las puntas de las pipetas sean desechables, en cambiar de punta se tarda lo mismo que en quitar y ponerle el ¡capuchón a un bic!. (Pd: si alguno pensó en usar la misma punta para todo yo le pregunto, ¿meterías la cuchara con la que has cogido vinagre, en tu vaso de leche, sin haberla lavado previamente?... ahí lo dejo.




Ahora bien, pipetear en este caso, es tan simple como (con la pipeta bien recta), introducir la punta en el material a pipetear, y apretar al botón (como cuando le aprietas al botón del bolígrafo para que salga la punta) y voilá, la pipeta succiona la cantidad deseada. Cuando queremos descargar el material, es tan simple como volver a apretar el botón hasta el segundo tope (como cuando aprietas en botón del bolígrafo con intención de que la punta se  esconda, que siempre hay que apretar un poquillo más) y listo, pipeta descargada.



He de decir también, que este magnífico invento que nos dieron los ingenieros es bastante preciso, y cuenta con una ruleta para variar la cantidad de material al pipetear. Del mismo modo que podemos encontrar distintos tamaños de pipetas tradicionales en función de su capacidad, también hay distintas micropipetas según su capacidad, de 1-20 μl, de 20-100 μl, de 100-1000 μl…


Y bueno, eso es todo, espero que os haya gustado ;)





Hasta pronto roedores!! :)